DRAG ME TO HELL

•abril 23, 2013 • 2 comentarios

Si había algo que me hacía feliz era escribir en este blog. No recuerdo el motivo por el cual dejé de hacerlo, así por así. Es probable que Facebook me haya engatusado con alguna promesa y, aunque no soy muy fan de Twitter, a veces paso mi tiempo allí. Aunque ninguno de los dos me da los LOLs que me merezco. En fin, los extrañé.

En estos momentos debería estar haciendo una nota para el fin de semana. Así es, sigo en el mismo lugar de trabajo. Algunos se han ido, otros se han cambiado, unos cuantos digievolucionaron (la RAE debería aceptar, pero es ya, esta palabra). Mientras que hay ciertos especímenes que han llegado para sacar lo peor de mí. Sobre estos últimos, ayer tuve una reunión con uno de ellos y fue la más WTF ever.

«ASUMO MI RESPONSABILIDAD», dijo. Acto seguido empezó a lanzar sus escupitajos señalando culpables: «YO NO LO PUEDO HACER TODO ALONE». 

Yo no sabía si clavarle una estaca, dispararme o acabar con el sufrimiento de mis compañeros también. Después por mi mente pasaron imágenes de una película que se llama: «Arrástrame al infierno» y me acordé de la bruja que se pasó vomitando encima de la protagonista. Entonces el episodio que estaba viviendo no me parecía tan malo y empecé a sonreir. También pensé que en algún momento alguien haría derramar sangre, pero nos interrumpieron, para botarnos de la sala.

Durante esos largos 20 ó 30 minutos que pasé escuchando lamentos, golpes de pecho, etc, me puse a pensar que la sala de reuniones del segundo piso era mejor que la del primer piso donde yo me encuentro. Talvez la gente del segundo piso es mucho más cool que la del primero. Hay una leyenda urbana que aún no me he dignado en comprobar, de que hay un pequeño bar arriba y que una señora vende sánduches exquisitos allí. 

Es probable que los baños del segundo piso también sean mejores y justifiquen que alguien se encierre en ellos a conversar, aunque jamás le he encontrado el feeling a ello. Tengo dos compañeras que siempre lo hacen y he llegado a verlas tomándose fotos con el celular frente al espejo. Ojalá nunca llegue el día en que las vea haciendo duck face

Mientras escribo estas líneas estoy en casa, pues cambié el horario con un compañero. O sea que hoy entro en la tarde y salgo como a las 22:30. A esta hora mi mamá trata de que María Paula atienda la clase de conjuntos. En un triángulo le ha encerrado cinco pelotas y en otro seis. ¿Cuál es mayor? Mi sobrina responde: Una hormiga. Una hormiga que justo pasaba por la hoja. Después de varias distracciones responde bien.

 En estos momentos no estoy muy inspirada, pues me ruge la lonely one (léase la solitaria), es decir que no he comido la zanahoria de la tarde. Así que Auf Wiedersehen (Hasta pronto, gente de lo last).

NEW VISITOR

•octubre 3, 2012 • Deja un comentario

HELLO GEOFF!!!

Pilas que he vuelto!

•julio 27, 2011 • 4 comentarios

Oh por Dios! Sí que ha pasado tiempo desde la última vez que escribí aquí, hasta tuve que cambiar contraseña porque no me acordaba la anterior. He vuelto por pura envidia, porque Dael me mencionó en un post sobre el Angst, y ya pues, yo también quiero mi protagónico.
En este tiempo ausente han pasado muchas cosas relevantes. Ya salgo en las cadenas de Correíta, me codeo con el man, planifico vacaciones internacionales,compañeros de trabajo que no me hablaban, ahora lo hacen, etc, como dirían he cambiado para bien.
Lo que sí mantengo es mi condición de fundadora de la Percha Sporting Club. Unas traidoras desertaron, pero no importa, que yo sé dónde viven.

El refresco de «c_lo»

•May 27, 2010 • 2 comentarios

Fui a un reconocido restaurante en el Malecón de Guayaquil con mi mamá. Todo parecía normal hasta que nos tocó el mesero nuevo, un cubano.

Simpaticón el muchacho, pero de todas maneras no era mi tipo. Anyway, le pedimos el almuerzo ejecutivo que venía con jugo y le preguntamos qué sabores habían disponibles.

Nos mencionó algunos: mora, limón, ciruela, mango, guayaba. Pedimos primero de mora.

Al rato volvió. «Lamentablemente solo hay de guayaba y mango».
«Tráiganos de mango», dijimos.

Nuevamente el perro arrepentido. «Disculpen, pero el almuerzo ejecutivo solo viene con jugo de guayaba y culo»

«What?». Casi escupo la sopa. El tipo se puso rojo al darse cuenta de su error y mi mamá ya lo quería matar.

Se disculpó por el insulto sin querer, pero todo el tiempo que pasamos allí no dejó de mirarme y darse las vueltas, y preguntar si estábamos bien.

Yo no perdía la ocasión para mirarlo y reírme también. Al terminar de comer salimos y creo que ya le había contado a sus compañeros porque todos me miraron y rieron en coro.

Como siempre el Conejo el centro de las risas y los momentos bochornosos.

He pensado en volver solo para recordarle al mesero aquel momento hilarante, pero no lo he hecho.

¿Cuándo perdí la dignidak?

•abril 14, 2010 • 4 comentarios

Supongo que la familia política siempre es un problema. Incluso la propia es un problema a veces. No estoy segura cuál sea el problema de mi amiga Lindasam, pero espero que pronto consiga esa entereza que dice yo tengo para llamar las cosas por su nombre. Ánimo y no olvides que la violencia a veces sí es la solución, y si no, al menos trae diversión.

Hoy mi jefe se negó a despedirme, pues dice no tener motivos. No me provoque o se los daré. Además dijo que si no creo en algo es mejor que tenga la dignidad de abandonar el barco por myself.

Yo le dije sinceramente que ser despedida da más plata, y que la dignidak uuuuuuuu! hace rato que es parte de los libros de la historia del Conejo, aunque pensándolo bien, no recuerdo exactamente cuando la perdí.

Pudo haber sido el día en que en plena clase de educación física del colegio me pidieron hacer un paso y me salió como salto de conejo. De allí el apodo.

O talvez aquel día que canté en público «Hotel California» en un evento organizado para una materia que nos enseñaba cómo armar eventos culturales en la universidad.

Seguramente fue el día en que en clase de inglés, el profesor me sentó a su lado como castigo por supuestamente conversar y distraer a Dael que se sentaba detrás mío.

No, ciertamente la dignidak se fue con las lágrimas que derramé por una rata de alcantarilla (sin ofender al gremio) el día que terminó la relación que manteníamos. Ahora me dan náuseas de solo pensarlo.

O la vez que bailé la sopa de caracol con faldita y todo en la escuela. A que esa no te la sabías Dael!

Será que la dignidak la perdí en Alemania cuando me jactaba de mis habilidades en la bicicleta y al tratar de llevar a un chico belga, nos estrellamos en la nieve. Cada vez que me veía huía con una sonrisa en su cara.

No sé la verdad cuándo fue. Pero sinceramente, prefiero mi bolsillo a la dignidak. He dicho jefe.

«Sorrow, is what I feel in my soul»

•abril 14, 2010 • 2 comentarios

No pediré perdón por mi ausencia porque al fin y al cabo este es mi blog y yo entro y salgo cuantas veces se me de la gana. Anyway.
Lo último divertido que he hecho es irme de vacaciones a Pallatanga en compañía de Dael, la rata aquella del lazote rojo. Allí recluté más admiradores debido a mi talento para los deportes, así como lo leen, «los». Me pegué un partidito de fútbol, un par de ping pong, y hasta me lancé colina abajo en uno de esos carritos de madera del campamento al que asisitimos.
Hubiese salido invicta de golpes, raspaduras y humillaciones, de no ser por mi genial idea de embarcar a la Rata en mi periplo cerro abajo, porque ella no colabora, no amortigua el golpe, se lanza sobre tí en los momentos peligrosos.
En pocas palabras, la man es la primera en bajarse de la camioneta cuando se huele el peligro. Abandonará el barco y los demás que se hundan. Pero después de todo, pilas y buena rata sí es.
En fin. Ya la he perdonado. Los bochornos del Conejo en Féisbuk para mayor información y gráficos.
Por otro lado, quien quiere tirarse del barco es su servidor el lepórido. Las cosas no marchan tan bien como creía y lo peor de todo es que no hay mucha claridad al respecto de la situación, y es lo que más me molesta.
Ahora, renunciar no me conviene, pero que me echen me daría más plata. No sé qué hacer. He pensado en entrar a la oficina del nuevo jefe y decirle: «what do u think u´re doing, u mother&%&%», y patearlo. Se aceptan sugerencias más glamorosas.
Hoy he escuchado que el otro boss anda confundido. Creo que manejará con precaución para no pasarse una «interjección». ¡Ay de mí! A dónde he venido a parar.
Mi compañero de escritorio ha vuelto de sus vacaciones y retomado sus guardias nocturnas. Con él han vuelto las bromas, los bailecitos y los too much information que uno nunca busca conocer.
En este momento me hace falta pegarme un bailecito del famoso «Sorrow, is what I feel in my soul», traducción de «Pena, es lo que siento en mi alma», cortesía de Aladino. Con todo y zapatillas en mano, haciendo el pasito, en el balcón de Buckingham y chupando té con la reina Isabel. El glamour ante todo.

Regreso de las vakéishons

•octubre 7, 2009 • 5 comentarios

Regresé de mis vakéishons y ¿con qué me encontré? Con harto polvo porque aparentemente se olvidaron limpiar mi puesto, y una araña en el monitor a la que le tuve que anunciar que debía buscar otro lugar para vivir.

Fui recibida con chismes, con indiferencia, con rencor, pero eso no me preocupa mucho la verdad, pues supongo que eso viene adherido como marca registrada a los habitantes de Loserland.

Me preocupa sin embargo la mediocridad y lo poco que me agrada ya este lugar. No es que no pueda sobrellevarlo, es sólo que uno siempre busca ser feliz con lo que hace, pero yo no lo soy.

Y no es que yo me haya caracterizado siempre por la felicidad desbordándose de mis orejas, de hecho tengo ataques frecuentes de depresión, de esos que te llevan a vomitar mientras lloras. Sin embargo me parece que soy la única que mira con preocupación las cosas y supongo que poner todo el peso de ello sobre mí no vale la pena si no te escuchan.

Y ya no quiero ser escuchada, más bien se me acabó la voz, las señas, las expresiones. Ya me cansé. Y no quiero tampoco incluir más gente en mi círculo de amistades porque termino matando bichos y fumigando. Es como limpiar el féisbuk tras haber aceptado un montón de contactos, pero luego de haber perdido mucho tiempo tratando de entender y ya no me queda tiempo.

Ahora lo que quisiera es ganarme la lotería para poder concretar mis planes. Eso o que Tom se case conmigo y me lleve a Inglaterra, lo que se pueda primero o sea más probable.

«Zapatero a tus zapatos» es como «Conejo a tu negocio ilícito». Y yo soy así, de ese rango, de esa calaña, con esos errores, como caricatura mal dibujada, pero sin opción a ser rectificada. O sea que medio salvaje me tienen que aceptar.

Bruta o loser no soy, eso sí, caso contrario yo misma me hubiese aplicado el hara-kiri al momento de nacer.

Volver me ha puesto sensible. Siento como se me hubiesen levantado de golpe de un profundo sueño y quiero volver a dormir.

Y ahora que me han despertado me di cuenta que estoy chira porque no me depositaron el fin de mes por «un terrible error». Que se apuren o se convertirá en «terrible crimen».

El baño de mujeres

•febrero 26, 2009 • 5 comentarios

Ah misterioso lugar! La verdad hombres, no se pierden de nada. Y si un día yo creí firmemente que no podía haber algo más puerco que el baño dirigido al sexo masculino, pues creí mal.

En el toilette de mujeres de mi workplace por ejemplo, presencié la imagen más horrible que hasta ahora mi mente no ha podido borrar. Es demasiado asquerosa para contarla, lo único que puedo decir es que JAMÁS en su vida, así ya leS esté «ganando» como dicen en El Chavo, NEVER levanten la tapa. Algo maligno, podrido y asqueroso esconde ese lugar, por algo lo tapan.

También estoy empezando a creer que un travesti que no hemos identificado aún visita el baño de féminas. Es eso o que aquella mujer no conoce el papel higiénico, porque me da la impresión que se sacude para secarse y eso explicaría el charco alrededor del retrete.

El fin de semana fui a San Marino a ver una película, y tanto té me llevó al baño de mujeres. No había entrado en ese cerca de los cines hace mucho tiempo, pero casi me da algo.

En el piso hay flores y mariposas, las paredes pintadas de rosado, césped sintético debajo de los lavabos, y un anuncio en letras grandotas sobre los espejos que me recordará nunca más comprarle toallas sanitarias a esa empresa maldita que auspició esa barbaridad. Parecía el baño de la barbie. WTF!

Lo peor es que solo una amiga y yo criticábamos el adefesio de decoración, mientras las demás parecían encajar en su mundo. Allí reían, chismoseaban, comentaban de «lo guapo» que era el actor de noséqué película, que si están gordas, que si el novio, etc. Ajá, «barbies retretes».

Por eso si un hombre me dice que las mujeres van al baño a chismosear, yo asiento con la cabeza «vergonzosamente» y digo que los hombres también. LOL.

Me acuerdo que una vez limpié un baño de un bar en Alemania, uno de mis tantos trabajos «al negro» que hice por allá en mis ratos libres. Fue horrible. Allá solo iban a vomitar y hacer otras cosas que no vienen al caso en este relato. Lo bueno es que los borrachos siempre botan dinero y yo lo encontraba.

Volviendo al baño de mujeres. Allá también se van a maquillar, o sea media hora tratando de esconder lo que la naturaleza originalmente les dio. Yo me pregunto para qué, si igual el aguacero les arruinará la obra de arte, a menos que tengan carro o gil que las lleve. MALDITAS!

Las injusticias y mi círculo de amigos

•febrero 20, 2009 • 6 comentarios

Es hora de buscar nuevos rumbos laborales. Me gusta lo que hago dentro de ciertos parámetros, porque definitivamente el periodismo no me agrada, pero me desagrada más de lo que estoy rodeada.

Se me hace difícil creer que exista gente que se encoja de brazos y se conforme con las injusticias y que otras las asuman «normales» y nada «graves» siempre y cuando a ellos les beneficien.

Se siente como yunque marca Acme sobre las orejas el hecho de que los superiores no se den cuenta. Porque yo ya hablé una vez y me pusieron como cero a la izquierda. Volver a hablar me da pereza y no es bueno para mi salud, y porque como dice Dael, la gente sabida siempre tiene su merecido al final.

Por eso es que yo estudio otra carrera, para un día independizarme del círculo laboral tan boring que significan los superiores sobre tí. Y también porque le he prometido a Dael que escaparíamos de ello a hacer otra cosa que no sea tan ingrata.

La otra vez casi me pegan porque dije que no consideraba a una persona del trabajo mi amiga, y sí, hay algunos que pasan todos los días detrás y delante de mí (cortesía de mi ubicación estratégica), y seguirán siendo eso, tan solo «mis compañeros», no importa si estudió conmigo en el colegio, universidad o si fue conmigo al kinder (al que de paso no fui).

A mí no me gusta que pasen y me pateen para saludar, o que me pasen la mano sobre la cabeza como si fuera el perro, o que hablen como niños al decir hola. Peor si no les he dado la confianza. Eso talvez sea normal en el mundo de los orcos, en mí mundo mando yo y por lo tanto decido si sonreír o no.

Puede ser que sea el conejo gruñón, pero así soy, y creo que seguiré cobrando peaje y reservándome el derecho de admisión a mi círculo de amigos. Son pocos, pero son los necesarios. No quiero más, a menos que tengan algo interesante que ofrecer.

A mis amigos yo les presto música, películas, libros, los invito a comer, los golpeo, me golpean, pero sobretodo me aceptan como soy, y yo, aunque a veces parezca que me aburro, me deprima o ponga mala cara, no significa que no los quiera.

Pero los sabidos, losers, ridículos, cursis, wannabes, míramequéguaposoy, dementores, orcos, etc, no entran en mi círculo, y si alguna vez entraron salen a patadas. Los bloqueo en el messenger, los borro, corto comunicación, o hablo lo necesario de ameritarse el caso.

No aguanto tanta angsty people tampoco, suficiente conmigo y con mis depresiones y problemas existenciales. Las orejas no me dan para tanto.

Si fuiste el objeto de mi cariño alguna vez y me traicionaste e hiciste llorar, lo más probable es que busque venganza, y aunque el proceso de olvido demore, la mayoría de las veces cobro venganza y luego olvido, en el sentido de que te reduces de casi ser humano a piedra en el camino que hay que patear. Me dan ganas de vomitar si pronuncian tu nombre o lo olvido por completo. Pero definitivamente no perdono.

Y ahora que el «conejo de las camelias» acabó, luego de casi dos meses de constante tos (mis amigos lo habrían notado), estoy recuperando energía.

Yo sabía que en el placebo inyectable estaba la cura. Bastaron tres!! Tres dosis que me hicieron volar para que me sintiera mejor. Nunca más renegaré del poder de las inyecciones. Lo juró. He botado todas las pastillas inservibles.

Las malas lenguas me han dicho que este fin de semana me toca trabajar, de hecho es mi turno, y hasta ahora parece que no me usurparán (PORQUE ASÍ FUE LA VEZ ANTERIOR) ese espacio que generan los dólares que pagan las pensiones de mis estudios. Pero no sé nada de boca oficial y como van las cosas, y si conozco a mi jefa, jamás sabré nada.

¿Lunes y martes? DE VERDAD NO SÉ. Si supiera no estuviera tipeando estas palabras con coraje.

Mientras, mejor me tomo un café, aunque me digan que no es buena tanta cafeína, bla, bla, bla. Soy adicta y punto. ¡He dicho!

2008 is almost gone. Welcome 2009 (The reloading)

•diciembre 26, 2008 • 7 comentarios

El 2008 sucked. Bueno, no tanto, la verdad. Creo que aprendí mucho de las cosas WTF que me sucedieron en el camino, pero también de las WTH, y las OMG. Conocí más gente, me di cuenta que no todos los que conozco son gente de confianza, es más, creo que Pinocho no mentiría tanto. Supongo que estoy sola en ciertos aspectos de mi vida y así quiero seguir.

En el aspecto sentimental también estoy sola y así seguiré hasta que Tom se de cuenta de que existo. No conozco a nadie que me merezca hasta ahora. Viví un tropezón y me di duro en las orejas por andar aceptando cualquier cosa. No más, este año seré muy exigente.

Este nuevo año quiero viajar a Inglaterra. Siento que si no lo hago ahora no lo haré nunca, pero también quiero ir al concierto de Keane y a menos que me saque la lotería o me suban el sueldo…o al menos que para cuando vaya Keane se presente en Inglaterra. No sé, ya veré en qué quedarán estos sueños.

En el 2009 pasan la peli de Harry Potter, hay un par de libros que compré y leeré. Tengo mucha música que escuchar. Y los regalos que me dieron en Navidak me servirán de muchísimo.

Podré este nuevo año presumir de mi bolso ecológico de KEANE gracias a Clau, tengo además donde plasmar los pensamientos más importantes y donde poner mis plumas y lápices, gracias a Dael.

El jarro manchado que encima no es mío y uso en la ofi será reemplazado por un termo rosa que hará que la gente piense que soy cute, gracias al Gato.

Mi jefe que resultó ser my secret friend me dio unos audífonos nice, así que ya tengo para largo de escuchar música en la busheta, camino a casa cuando voy a pata, wherever. Todo sea para escapar del mundo perverso en el que vivo y de la bachata y el reguetón, que muy sinceramente espero que este año pierdan fuerza.

El 2008 no fue tan malo. RBD se separó por ejemplo, pero como dice DAEL, esperemos que no se hagan «solistas» por su cuenta.
Keane por su parte sacó nuevo disco. OMG, QUÉ DISCO! Solo falta que Tom empiece a emplear el dinero que gana en comprarse camisas nuevas.

Hice el ridículo este año, y pienso volver a hacerlo en el 2009. Estoy empezando a aprender que el ridículo es parte de mi vida, siempre y cuando u laugh with me and not at me.

¿Qué más? La rata gay viene desde Alemania. Mi familia goza de salud, mis gatos son lindos, aunque perdí algunos…se les recordará con cariño.

Este 2008 cerraré el año poniéndome vestido para la fiesta del trabajo en el «Loro Verde». Mostraré mis piernas que brillan con la oscuridad, y talvez arranque unos cuantos lols de la gente. Los LOLS. En este año fueron muchos.

Cerraré el año con un concierto de «Los Buitres» imitando a «The Beatles». Cerraré el año con mis dos muy buenas amigas viviendo por el lol. Y tal vez, solo maybe, en el 2009 por fin invite la pizza a los cabineros. Austeridad dijo Correita. Yo obedezco.